La manera en que hacemos uso de las horas del día va a determinar directamente el éxito para el alcance de nuestros objetivos.
Ya sea que queramos un ascenso en nuestro trabajo, graduarnos de la universidad o construir un negocio, la forma en que planeemos nuestros días y gestionemos nuestras horas será la herramienta fundamental para llegar a buen puerto. Por ello, este artículo nos dará algunos tips a la hora de organizar nuestros estudios para lograr ese título tan ansiado.
El inicio de la carrera universitaria suele estar lleno de mucha motivación, grandes sueños por cumplir e incluso la promesa a nuestros padres o las personas importantes de nuestras vidas de que nada nos va a detener. El calendario escolar está allí para cumplirlo y eso se proponen los estudiantes cada año que empiezan con la admisión y el añorado primer semestre o cuatrimestre.
Sin embargo, la vida estudiantil no es nada fácil o, al menos, no lo es si no tenemos un buen sistema para planificar el estudio y qué hacer con las asignaturas que van llegando una a una con todas las tareas, conceptos y conocimientos que debemos adquirir.
El primer paso en la planificación del estudio es saber cuáles son nuestros objetivos.
La vida del estudiante no se trata sólo de estudiar. Algunos tendremos un trabajo, otros una familia que requiere mucho tiempo, un emprendimiento que queremos hacer a la par de la carrera universitaria y, así, un sinfín de variantes que nos acompañan en este deseo de ver nuestros sueños realizados, de que nos llamen licenciado/a.
Estos son algunos sistemas de gestión del tiempo que se utilizan en todo el mundo para ser más productivos y llegar a los objetivos.
Método Eat That Frog:
Se refiere a que la primer actividad que debemos desarrollar durante el día es la más demandante, aburrida o que no nos gusta. Posteriormente, podemos pasar a las siguientes actividades que nos generen más felicidad. Aplicada a los estudiantes una forma fácil para decidir qué estudiar cada día es la asignatura que menos nos guste o la que consideremos más difícil es la que primero debemos estudiar.
Método Pomodoro:
Trabajo enfocado durante 25 minutos y, luego, 5 minutos de descanso. Repetir esta secuencia hasta que hayamos terminado la tarea propuesta. Nuevamente, si hablamos de aplicarlo a nuestro método de estudio, podría ser alternar la secuencia hasta terminar con una unidad de aprendizaje o un módulo completo.
Método Seinfled:
Poner un calendario en un espacio visible, preferiblemente el lugar donde solemos estudiar, cada vez que se logra la tarea propuesta para el día marcar con X y descansar.
Ahora que ya conoces varios sistemas de organización toca poner manos a la obra. Recuerda, para conocernos mejor y lograr resultados a largo plazo no hay nada como prueba y error. Checa bien la información y aplícalo hasta encontrar tu sistema propio y único de estudio.